La macadamia tiene potencial económico

Santo Domingo.- La deforestación afecta a gran parte del territorio dominicano. La región sur, y muy especialmente la zona fronteriza, se ha visto afectada por el corte de árboles para la elaboración de carbón, la mayoría para venderse en el mercado haitiano a buen precio. La práctica ha sido denunciada en más de una docena de veces por los medios de comunicación más importante de República Dominicana.

La realidad en que se encuentran gran parte de los bosques ha hecho que Jesús Moreno, presidente de Macadamia La Loma, iniciativa que lleva poco más de cinco años en ejecución, se concentre en lograr que inversionistas dominicanos entren al negocio que sería sembrar macadamia en lugares que han sido calificados como idóneos para su cultivo.

La macadamia es un género que contiene ocho especies de plantas florales de la familia de las Proteaceae.
Su área de distribución se limita al este de Australia e Indonesia. En la actualidad se cultiva también en Bolivia, Costa Rica, Guatemala, Paraguay, Perú y República Dominicana.

Su importancia económica ha ido creciendo con los años y en la medida en que países como Estados Unidos y naciones europeas y asiática elaboran subproductos a partir de esta nuez, la cual es rica en grasas saludables.

Su vida útil (aprovechamiento económico) supera los 100 años y es efectiva para la conservación del suelo.
A juicio de Moreno, la macadamia es una opción para mejorar la situación económica de las personas, razón por la cual se desarrollan importantes proyectos pilotos en zonas específicas de República Dominicana.

“Le hemos seguido los pasos a la siembra de esta planta en el país y los números indican algo muy interesante, que es que cada árbol, luego de cuatro años, puede generarnos RD$2,000, lo que se convierte en una noticia económicamente positiva”, dijo.

Moreno expresa que una de las funciones más importantes es la lucha contra la deforestación, que tanto afecta al medio ambiente en estos días y que se ve a tantas personas cortando árboles para hacer sembradíos.

Todo lo contrario, dice, la idea es crear un negocio que sea verdaderamente rentable y que sirva de opción para salvar cafetales. “Ahora hay alrededor de 55 mil pe- queños cafetaleros y antes había más de 70 mil. Si le ponemos un 10% de macadamia a esos predios podremos salvarlos”, explicó.

Objetivo

A su entender, se busca que con el desarrollo de la macadamia sean creados proyectos mixtos de ganadería y otros rubros agropecuarios, con el fin de que tengan un porcentaje mínimo de sus fincas combinado con macadamia.

“Estamos haciendo pilotos en diferentes zonas, tales como Constanza, Jarabacoa, Polo, de Barahona; San José de las Matas, en Santiago, y en otros lugares. Necesitamos promover una alianza público-privada para desarrollar este proyecto. Estamos integrando a instituciones como la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), el Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (CEDAF) y otras entidades”, explicó Moreno.
Al proyecto de macadamia se le da seguimiento desde 1995, pero como marca Macadamia La Loma, que es a partir de la cual se asume el compromiso de garantizar el mercado y traer asesoría técnica internacional, es desde el 2005. En estos momentos hay 40 dominicanos que han iniciado proyectos.

Indicó que el mercado internacional está ávido de oferta de macadamia, como es el caso de Estados Unidos, Europa y Japón, entre otros destinos comerciales.

La fruta, explica, puede ser aprovechada para elaborar una infinidad de productos, entre los que están chocolate, pasta dulce, helados, aceites y otros tantos. Cualquier información sobre el proyecto es a través del 809- 221-1211.

INVESTIGADORES

El género fue nombrado así en 1857 por el botánico Ferdinand von Mueller, primero en describir el género, en honor de su colega el naturalista y político australiano, de origen escocés, John Macadam.

Sólo dos especies poseen importancia comercial por ser las únicas que tienen la nuez comestible: Macadamia integrifolia y Macadamia tetraphylla. Las nueces de las demás especies son venenosas (por ejemplo la Macadamia whelanii y la Macadamia ternifolia).

La toxicidad se debe a la presencia de glicósidos.

Estos glicósidos pueden ser eliminados mediante procesos conocidos por los aborígenes.
En la actualidad la macadamia se usa para la producción de productos cosméticos, ya que sus atributos también contribuyen a la hidratación de la piel. La macadamia contiene ácido palmitoleico, un ácido graso omega 7.

Fuente: listindiario