EU amenaza éxito de Protocolo de Kyoto

Londres.- La ausencia de Estados Unidos y la falta de un verdadero compromiso en el recorte de las emisiones de gas invernadero amenazan la efectividad del Protocolo de Kyoto, que entrará en vigor este miércoles, advirtieron hoy expertos.

Indicaron que la negativa estadounidense a llevar a cabo el recorte de emisiones de gas invernadero, consideradas como las responsables del calentamiento del planeta, se alza como el mayor obstáculo para el éxito del tratado. El Protocolo de Kyoto, que será adoptado este miércoles por los países firmantes, contempla una reducción de un 5.2 por ciento anual de las emisiones de gas efecto invernadero, de 2008 a 2012, en relación a los niveles de 1990.

En declaraciones a Notimex fuentes cercanas al gobierno del primer ministro británico Anthony Blair, dijeron que mantienen negociaciones con Estados Unidos respecto al cambio climático, uno de los problemas que Londres ha situado entre sus máximas prioridades.

Señalaron que como país en la presidencia del Grupo de los Ocho (G-8), se hará todo lo posible para conseguir un consenso con Washington, pero todavía no se aprecia un cambio de actitud en la Casa Blanca.

"Nuestro objetivo es lograr una solución de consenso que concilié la preocupación por el cambio climático con el crecimiento económico y tecnológico, y estamos seguros de que lograremos un acuerdo con la administración estadounidense", añadieron.

Japón también está presionando para que Washington se una a la lucha contra el cambio climático, ya que únicamente en Estados Unidos constituye alrededor de un 36.1 por ciento de las emisiones mundiales.

El compromiso de China, India y Rusia (que junto con Canadá, Japón, Estados Unidos y la Unión Europea son responsables del 75 por ciento de las emisiones) el rechazo de Washington a ratificar el Protocolo podría suponer el fracaso de todo el proyecto.

De 1990 a 2000, los países industrializados disminuyeron sus emisiones en un 3.0 por ciento, sin embargo esto se debió principalmente a la caída de la Unión Soviética y la quiebra de una gran parte de su industria.

Sin embargo, según informes de Naciones Unidas, las principales potencias no están cumpliendo con las metas impuestas, por lo que las emisiones habrán crecido un 10 por ciento a finales de 2010, respecto a los niveles de 1990.

Tampoco la entrada en vigor del pacto, suscrito por 136 países y ratificado por 55 (que juntos suman un 55 por ciento de las emisiones mundiales) supone necesariamente el recorte efectivo de las emisiones.

El Fondo de Adaptación y el Mecanismo para el Desarrollo Limpio proponen soluciones, como las ayudas financieras o la creación de un mercado de emisiones, para minimizar el impacto del recorte de las emisiones en la economía.

De esta manera, los países o empresas que necesiten emitir mayores cantidades de gas de las estipuladas podrá comprar "unidades de carbono" en el mercado de futuros a entidades que dispongan de un margen de carbono que no necesiten emitir.

No obstante, a pesar de esos nuevos mecanismos financieros, el impacto económico y la necesidad de la reestructuración de las empresas, especialmente las dedicadas al sector energético, hace que muchos países intenten evitar un recorte efectivo en sus emisiones.

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha señalado que el bloque comunitario establece como prioridades el crecimiento económico, crecimiento que no será sometido a los límites de la regulación medioambiental.

El Protocolo de Kyoto establece que la Unión Europea debe disminuir sus emisiones colectivas un 8.0 por ciento, para 2012, sin embargo Bruselas se niega a fijar cuotas concretas para más allá de esta fecha.

La comunidad científica y las organizaciones medioambientales demandan un mayor compromiso por parte de los estados y señalan que la gravedad de la situación requiere acciones urgentes que los gobiernos se resisten a adoptar.

Organizaciones no gubernamentales, como World Wild Fund (WWF) apoyaron la puesta en marcha del proyecto como primer paso en la lucha contra el cambio climático, pero subrayaron que su impacto en el calentamiento global será muy débil.

Según declaró a Notimex el investigador del Instituto Federal de Tecnología Suizo, Malte Meinshausen, para evitar el empeoramiento de los efectos producidos por el cambio climático es necesario un esfuerzo mucho más fuerte que el contemplado por el Protocolo.

Meinshausen afirmó que para conseguir que el calentamiento de la tierra se contenga en los dos grados centígrados, para 2050, es necesario reducir mucho más las emisiones de los gases contaminantes.

Con un límite de 550 partículas por millón (ppm) -cifra recomendada por la Unión Europea- no se conseguirá frenar el calentamiento global de forma significativa, sino que es necesario estabilizar las emisiones entorno a las 450 ppm.

Desde comienzos del pasado siglo, la acumulación de gases invernadero, generados fundamentalmente por el desarrollo industrial y los automóviles, ha pasado de 280 ppm a las más de 380 ppm actuales.

Como consecuencia de este incremento de gases invernadero en la atmósfera, los expertos prevén un aumento de la temperatura de entre 1.4 y 5.8 grados para este siglo, calentamiento que solo podría ser frenado mediante un recorte del 60 por ciento de las emisiones.

Sin embargo, para un gran número de defensores del desarrollo sostenible y la protección del medioambiente, el Protocolo supone el primer paso hacia un nuevo periodo de mayor responsabilidad y conciencia global.







Fuente: www.economista.com.mx

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