SANTIAGO.- El ciruelo es una fruta de clima templado originario del noroeste del continente asiático. Existen numerosas variedades de coloración rojiza y amarilla, procedentes de España, Japón, Estados Unidos y otros países. Es un arbusto en algunas variedades y en otras alcanza los cinco a seis metros de altura, es de gran rusticidad y belleza por lo que se utiliza con doble propósito, como árbol ornamental y a la vez productor de exquisitas frutas.
Posee un sistema radicular fuerte, de raíces alargadas pero de poca profundidad y ramificaciones. En países tropicales como la República Dominicana hay que proporcionarle terrenos ubicados en alturas para ofrecerle temperaturas frescas y flores y frutos.
A diferencia de los cítricos, el ciruelo se puede desarrollar en terrenos arcillosos, compactos y húmedos, también en terrenos de poca profundidad y alcalinos.
Exquisités
En el valle de Constanza, en el Centro Hortícola del Ministerio de Agricultura, en los años de 1967-68 existían dos árboles de ciruelo, uno de frutas rojas y el otro de frutas amarillas. En la época de producción ambos árboles se llenaban de frutos, amarillos y rojos según la variedad, con aroma y sabor exquisitos.
El desarrollo y productividad del ciruelo en el valle de Constanza era muy bueno. Sin embargo, para plantaciones comerciales esa zona no tiene el microclima que exige la planta para mantener su durabilidad y productividad deseadas.
En una elevación mayor a los 1,500 metros sobre el nivel del mar (zona subtropical en el país) se consigue satisfacer la demanda de temperatura más baja.
La comunidad de La Culata, distante a unos 10 kilómetros de Constanza al noreste, y El Convento a 13 kilómetros al noroeste, presentan condiciones ideales para el desarrollo de plantaciones comerciales de este frutal.
Siguiendo la carretera Constanza-San José de Ocoa, después de pasar por El Convento toda esa zona está por encima de los 1,500 y 2,000 msnm, y ofrece un microclima ideal para todos los frutales exóticos provenientes de zonas subtropicales.
La finca de Roselló en la comunidad de El Convento, actualmente tiene una plantación de ciruelos que se desarrolla normalmente.
Roselló informó que las ciruelas obtenidas son de muy buena calidad comparables con las de Europa. Lo mismo se puede decir de las manzanas, los kakis, kiwis y todas las frutas exóticas que allí se producen.
Lo interesante del trabajo realizado por Roselló es que ha demostrado a los fruticultores y a la población que se pueden desarrollar proyectos de frutales exóticos comercialmente aceptable, sin afectar la ecología y a la conservación de los suelos de esa zona elevada del país.
Construyó en esas montañas de más de 40% de inclinación terrazas agrícolas que son un ejemplo en cuanto a su elaboración y a la efectividad en evitar la erosión y el escape del agua de lluvia y del suelo.
Con esto se ha demostrado que en toda esa zona montañosa hay potencial de producir los frutales exóticos que demanda la población dominicana y para exportación.
Para tomar en cuenta
Un requisito que se debe tener en cuenta es que las variedades de los diferentes frutales que se vayan a explotar, deben seleccionarse de países o zonas subtropicales. Podrían seleccionarse variedades de manzanas, kakis, melocotones, kiwis y ciruelos de la zona de La Florida en Estados Unidos, del norte de México ó de Taiwan, los cuales están situados en la zona subtropical de la latitud Norte. También se podrían seleccionar variedades de estos frutales del norte de Chile y Argentina (zona subtropical de la latitud Sur).
Otro requisito indispensable es que toda plantación que se levante en la zona, debe previamente estar dotadas de las terrazas agrícolas. Con este método de conservación del suelo y a la vez sembrando árboles frutales, habrá una protección verdadera en las cuencas de los ríos más importantes del país, algo que se mantendría de manera permanente.
Las terrazas agrícolas es un método costoso de conservación del suelo, pero a la vez permite cultivar terrenos jaldeados sin producir erosión y al mismo tiempo garantiza que el agua de lluvia se almacene en las montañas, para luego por gravedad fluir hacia los ríos y cañadas, incrementando su caudal de agua.
LA FORMA DE CULTIVO MÁS ATRACTIVA
Las terrazas agrícolas aplicándole un buen mantenimiento, se conservan con efectividad por cientos y miles de años. En los países del lejano oriente (China, Japón, India) existen terrazas muy antiguas para producir arroz, que todavía se utilizan con gran efectividad.
Los japoneses en los últimos años se han dedicado a reconstruir algunas terrazas agrícolas, que por diversos motivos habían sido abandonadas por los agricultores arroceros.
La zona alta debe ser protegida y cuidada por la importancia que tiene, respecto al nacimiento de los principales ríos del país.
Sin embargo, una forma de conservarla sin que nadie le haga daño, es sembrando frutales (son árboles con todas las ventajas que ofrecen a la foresta y a la ecología).
Fuente: Listindiario |
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