SANTO DOMINGO.- En los supermercados del Distrito Nacional ya pueden encontrarse decenas de productos alimenticios importados que además de la etiqueta escrita en inglés o en otra lengua presentan una en español para dar cumplimiento a la resolución 001-09, la cual obliga a los importadores y comerciantes a utilizar el idioma oficial en la descripción de sus preenvasados.
La normativa, suscrita por el Ministerio de Agricultura, el Consejo Nacional para la Reglamentación de la Leche (Conaleche), la Dirección General de Normas y Sistemas de Calidad (Digenor) y el Instituto de Protección a los Derechos del Consumidor (Proconsumidor), dio a los empresarios un plazo de adaptación hasta el 26 de febrero pasado, y tiene el propósito de garantizar que los consumidores puedan conocer las cualidades, la procedencia y la composición nutricional de los alimentos antes de efectuar la compra.
Ayer LISTÍN DIARIO hizo un recorrido por los principales supermercados de la Capital, donde comprobó que en los estantes dedicados a comida pueden encontrarse jugos, pastas alimenticias, salsas, galletas, dulces, aderezos, cereales, margarina y otros productos de diferentes marcas que ahora presentan más de una etiqueta descriptiva.
Aunque otros todavía no se ajustan al mandato oficial, en la mayoría la etiqueta adicional es blanca con letras negras, y contiene los mismos indicadores que las que vienen por defecto escritas en el idioma del país de origen (regularmente Estados Unidos).
“El importador que a esta altura no tenga listo el etiquetado tendrá que asumir las consecuencias. Por lo menos debe prohibírsele la importación hasta tanto no se adapte a la normativa”, explicó Altagracia Paulino, directora ejecutiva de Pro- Consumidor, luego de anunciar que un grupo de supervisores se encargará de observar el cumplimiento de las normas de etiquetado de manera contundente. Los consumidores pueden hacer las denuncias si no es así.
El Reglamento Técnico Dominicano 53 (RTD-53), la Ley de de Defensa al Consumidor o Usuario (358-05) y las normas nacionales de salud mandan a que todos los productos de consumo humano sean identificados de manera clara y veraz.
Según Paulino, los empresarios comerciales conocen este mandato desde finales del 2006, por lo que no pueden alegar ignorancia ni mucho menos solicitar aplazamiento.
Dijo que solamente a los importadores de bebidas alcohólicas se les dará un plazo hasta julio próximo para cambiar todas las etiquetas, debido a que un problema de comunicación entre ese sector y la Digenor dificultó el proceso de adecuación. También serán considerados los artículos que estén en proceso de obtención del registro sanitario.
“Sabemos que hasta hay productos que tiene la información de etiqueta escrita en chino. En esos y en los otros casos vamos a actuar”, advirtió la funcionaria.
Los lácteos
El complimiento de las normas de etiquetado no solamente obliga a escribir la información, sino a ser preciso y veraz en la descripción del contenido colocado detrás de la etiqueta.
Por esta razón se espera que el sector lechero sea uno de los más impactados por las normativas. Juan Recio, director ejecutivo del Consejo Nacional para la Reglamentación y el Fomento de la Industria Lechera (Conaleche), consideró que en lo adelante las “formulas lácteas” que se venden en el país deberán llamarse como tal y no adoptar el nombre de leche, porque el proceso de producción las aleja de esta categoría alimenticia.
“El consumidor tiene que ver en la etiqueta exactamente lo que va a consumir, de lo contrario se estaría permitiendo el engaño”, señaló Recio al referirse al tema que levanta espinas entre plantas procesadoras y productores.
El Conaleche, dijo, entregó a ProConsumidor y a Digenor un listado de los productos lácteos que se venden en el mercado local con importantes diferencias entre el contenido y el anuncio del embase.
El organismo mantiene la crítica a los productos que se venden como leche evaporada pero no son leche evaporada, o como leche entera cuando son el resultado de la mezcla de leche en polvo con agua.
Esta práctica, aseguró Recio, limita el crecimiento de la industria lechera nacional y permite que la población elija alimentos con bajos niveles nutricionales.
En los operativos de supervisión anunciados por Pro- Consumidor los productos lácteos tendrán una atención especial por su importancia y gran demanda entre la población.
REGISTRO SANITARIO ES UN REQUISITO
POSICIÓN: El presidente de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC), Pedro Pérez, manifestó que desde hace un promedio de dos años, los productos que se venden en el país vienen cumpliendo con el etiquetado en español y que ahora el único inconveniente que hay que enfrentar es el registro sanitario para cumplir cabalmente con la norma de etiquetado. “Hay algunos requerimientos como la formulación cuantitativa y cualitativa de los productos que los proveedores no están dispuestos a dar por ser parte de su secreto empresarial y eso es muy delicado”, indicó.
El dirigente empresarial expresó que es partidarios de que productos que son sometidos a rigurosos chequeos antes de autorizarse su venta y que provengan de mercados como el de los Estados Unidos y de Europa con los cuales República Dominicana tiene acuerdos de libre comercio, se puedan vender aquí sin tener que solicitar un registro sanitario.
“Yo entiendo que con la presentación de lo que es un certificado de libre venta, debemos de ver la manera de que se pueda vender aquí sin necesidad de correr todo el proceso minucioso de solicitar un registro sanitario”, afirmó.
Fuente: Listindiario |
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