Los cambios climáticos y la importancia que tiene en el presente y el futuro la planificación y administración del recurso agua para la continuidad del desarrollo económico sostenible del país, serán analizados y debatido por expertos nacionales y extranjeros, según se ha dicho.
Una actividad de este género debe recibir elogios de todos los sectores de la comunidad en momentos en que es evidente la carencia de un plan nacional de manejo de presas y embalses de agua y, sobre todo, cuando hay señales claras y contundentes de escasez de agua para consumo humano, agrícola y animal.
Es de desear que eventos de este tipo conciten la atención de los medios de comunicación –especialmente de los periódicos y la televisión- en interés de que se investigue y reporte a fondo sobre la situación de nuestras presas y embalses, que no es óptima en lo referente a manejo adecuado y condiciones de la infraestructuras física.
COMITÉ DE PRESAS
Aquí nadie de acuerda de las presas si no es en tiempos de crecimiento de las aguas –debido a fenómenos atmosféricos- y en períodos de sequía extrema, como los que sufrimos en la actualidad.
Nadie ha vuelto a mencionar el llamado Comité de Presas –integrado por distintos organismos oficiales- y que solo salió a relucir, pese a su vieja existencia, a raíz de las graves inundaciones que afectaron a Santiago y pueblos de la Línea Noroeste tras la tormenta de finales del 2007.
Se trata de un comité que debe tener mayor presencia pública y especialmente, mayor atención de todas las instituciones nacionales para saber si se reúne y qué hace a favor de las presas, que son grandes desconocidas para toda la población.
Todavía se escucha a personas despistadas de escaso nivel cultural decir que el desague “preventivo” y forzado de la presa de Tavera a finales del 2007, fue ordenado por el entonces director del INDRHI, cuando se demostró y oficialmente se sabía que el manejo día a día de las presas con vocación eléctrica está a cargo de técnicos de una empresa del Estado especialmente constituida para esos fines (la Empresa Generadora Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID)), estrechamente ligada a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales.
A la sazón EGEHID estaba dirigida por el ingeniero Rafael Suero Miliano (sustituido hace poco por el ingeniero Víctor Ventura). Vale resaltar que a raíz de los sucesos que llenaron de luto a Santiago y la Línea Noroeste, Suero hizo mutis y nunca ofreció declaraciones públicas, igualmente que el entonces administrador de la CDEE, Radhamés Segura, quienes sí estaban conectados directamente con la operatividad de las presas.
En cambio, el entonces director del INDRHI desarrolló un protagonismo ofreciendo explicaciones, datos e informaciones oportunos al caso, pese a no tener incumbencia directa, lo que le valió ser cabeza de turco para recibir los ataques justificados de la población por las calamidades que se originaron por el desfogue.
Con el correr del tiempo se aclaró el asunto y creíamos que a esta altura todo el mundo debía estar debidamente edificado en que existe un Comité Técnico de Operación de los Embalses de las Presas integrado por representantes del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Oficina Nacional de Meteorología, Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) y el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), al que, cuando hay problemas, se le une el Comité de Operaciones de Emergencias (COE).
Pero la verdad, dicha sin tapujos, es que sigue habiendo mayúscula ignorancia sobre este tema y que nadie se acuerda de los embalses (y de sus niveles de agua) si no es en tiempo de tragedia.
Fuente: Elnuevodiario
No hay comentarios:
Publicar un comentario