
García declaró que en el caso de las plantas medicinales algunas son extraídas para su comercialización sin que se haya verificado científicamente su aplicación médica.
Citó como ejemplo el melón espinoso, un cactus que es usado para afecciones de los riñones y que se descosecha en grandes cantidades para su venta, por lo que es una especie amenazada.
Otra especie en peligro de extinción es la canelilla, que solo se cultiva en Oviedo y en Pedernales, cuyo uso intensivo para hacer “damajuanas” la ha colocado en un estado de amenaza seria de desaparecer.
En ambos casos, dijo García, el Jardín Botánico ejecuta proyectos para replantar esas especies.
Otras de las amenazas de la flora dominicana son los fenómenos adversos atribuidos al cambio climático, explica García, tras citar que las grandes crecidas de ríos y arroyos por lluvias extremas arrastran poblaciones de plantas en sus alrededores.
Agregó que las plagas constituyen otra amenaza sobre todo, los muchos insectos que vienen con especies introducidas y eso se convierte en una advertencia natural para la flora, de igual forma las plantas introducidas se convierten en especies invasoras y desplazan a las endémicas y nativas.
“Tenemos serios problemas con la flora nuestra”, enfatizó García.
Algunos logros
García apuntó que con las áreas protegidas ha mejorado el manejo de la flora y la gente ha hecho más conciencia de protegerla. Cree que hay que trabajar mucho la parte educativa, el control, y sobre todo la formación de científicos para desarrollar proyectos de conservación de la flora de la isla que abarca cerca de 6,000 especies, una gran parte presente en el país. Precisamente ayer el Jardín Botánico, la Red Latinoamericana de Botánica y la Organización de Estados Americanos iniciaron el taller “Rol de los herbarios para la conservación y uso sostenible de los recursos vegetales” dirigido a profesionales de botánica, zoología y biología de 13 países.
No hay comentarios:
Publicar un comentario