Anthony Deutsch. Jakarta. Cargill, el mayor comerciante de materia prima agrícola del mundo, se ha vuelto la tercera compañía en reconsiderar su relación con un importante suplidor de aceite de palma a causa de las alegaciones de que este está derribando bosques protegidos para dar lugar a sus plantaciones.
La demanda de aceite de palma ha aumentado en los últimos años debido a su uso como biocombustible, así como también en los productos alimenticios y para el hogar. Indonesia y Malasia justifican la mayor parte de la producción global.
Cargill dijo que pararía de comprar a Sinar Mas, en el caso de que las alegaciones de inapropiada conversión de tierra o de la plantación ilegal en bosques profundos fueran confirmadas. La Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible, un cuerpo de certificación, está investigando las reclamaciones.
La revisión fue provocada por un reporte de Greenpeace (grupo de activistas en favor de la preservación del medio ambiente) publicado en diciembre sobre citadas actividades ilegales de limpieza de tierras por Sinar Mas, lo cual la compañía denegó. Sinar Mas dijo que ésta ayuda continuamente a preservar la biodiversidad, y que estaba confiada de que los contratos serían restablecidos luego de la revisión.
El reporte fue acompañado por una campaña en línea por parte de Nestlé, en la que menciona que dejará de usar el aceite de palma en sus productos.
Nestlé dijo que cambiaría a los suplidores, mientras que Unilever, el mayor comprador de aceite de palma del mundo, se desligó de un contrato de US$33 millones con Sinar Más luego de que Greenpeace publicara el reporte.
Dorab Mistry, director de Godrej International, una compañía comercial radicada en Londres, dijo que otras compañías podían seguir el ejemplo ya que mejorarían su imagen al gastar US$10 más por tonelada y comprar aceite de palma compatible con el medio ambiente y que no ser asociados con la deforestación.
Pero él dijo que las tácticas de Greenpeace eran “medidas extremas” que “sólo ponen a los indonesios más a la defensiva”.
Los bosques del país son los más grandes y biológicamente más diversos después de la cuenca del Amazonas, y su destrucción en Borneo y Sumatra han hecho a Indonesia el tercer emisor más grande de carbón después de Estados Unidos y China.
La deforestación por parte de los productores de aceite de palma se considera la más grande amenaza para la vida salvaje en vías de extinción y las plantas nativas de Indonesia, pero la industria es también una fuente significativa de riqueza y de empleo. El país vendió 20.8 millones de toneladas de aceite de palma en el 2009, por encima de 7.6% en el 2008 y aproximadamente un 50% más alto que en el 2004.
Presiones
Los productores de pulpa de celulosa y otros productos principales de papel en Malasia, están también sintiendo la presión. Recientemente, la empresa refinadora Finnish, dijo que investigaría si IOI, su suplidor, ha limpiado tierra ilegalmente en Borneo, siguiendo las alegaciones de Friends of the Herat.
Fuente: hoy
La demanda de aceite de palma ha aumentado en los últimos años debido a su uso como biocombustible, así como también en los productos alimenticios y para el hogar. Indonesia y Malasia justifican la mayor parte de la producción global.
Cargill dijo que pararía de comprar a Sinar Mas, en el caso de que las alegaciones de inapropiada conversión de tierra o de la plantación ilegal en bosques profundos fueran confirmadas. La Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible, un cuerpo de certificación, está investigando las reclamaciones.
La revisión fue provocada por un reporte de Greenpeace (grupo de activistas en favor de la preservación del medio ambiente) publicado en diciembre sobre citadas actividades ilegales de limpieza de tierras por Sinar Mas, lo cual la compañía denegó. Sinar Mas dijo que ésta ayuda continuamente a preservar la biodiversidad, y que estaba confiada de que los contratos serían restablecidos luego de la revisión.
El reporte fue acompañado por una campaña en línea por parte de Nestlé, en la que menciona que dejará de usar el aceite de palma en sus productos.
Nestlé dijo que cambiaría a los suplidores, mientras que Unilever, el mayor comprador de aceite de palma del mundo, se desligó de un contrato de US$33 millones con Sinar Más luego de que Greenpeace publicara el reporte.
Dorab Mistry, director de Godrej International, una compañía comercial radicada en Londres, dijo que otras compañías podían seguir el ejemplo ya que mejorarían su imagen al gastar US$10 más por tonelada y comprar aceite de palma compatible con el medio ambiente y que no ser asociados con la deforestación.
Pero él dijo que las tácticas de Greenpeace eran “medidas extremas” que “sólo ponen a los indonesios más a la defensiva”.
Los bosques del país son los más grandes y biológicamente más diversos después de la cuenca del Amazonas, y su destrucción en Borneo y Sumatra han hecho a Indonesia el tercer emisor más grande de carbón después de Estados Unidos y China.
La deforestación por parte de los productores de aceite de palma se considera la más grande amenaza para la vida salvaje en vías de extinción y las plantas nativas de Indonesia, pero la industria es también una fuente significativa de riqueza y de empleo. El país vendió 20.8 millones de toneladas de aceite de palma en el 2009, por encima de 7.6% en el 2008 y aproximadamente un 50% más alto que en el 2004.
Presiones
Los productores de pulpa de celulosa y otros productos principales de papel en Malasia, están también sintiendo la presión. Recientemente, la empresa refinadora Finnish, dijo que investigaría si IOI, su suplidor, ha limpiado tierra ilegalmente en Borneo, siguiendo las alegaciones de Friends of the Herat.
Fuente: hoy
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