LOS CACAOS. San Cristóbal ¿Se imagina la gente, cuando tempranito en el día, saborea su primera taza de café, la labor que ha estado tras su cultivo y procesamiento?El café es más que una bebida culturalmente metida en el cuerpo social, más que un ritual diario fortalecido por una dependencia, grata la mayor parte de las veces, de su cafeína y que define a la bebida de mayor consumo del mundo, seguida a distancia por el té.
El café, además del beneficio de su sabor y la energía que despierta cada día, es el principal reforestador de las montañas en el país, pese a lo cual la caficultura se encuentra en una crisis de múltiples aspectos, desde la falta de planes que la rehabiliten hasta el incumplimiento de la Ley 64-00, promulgada hace diez años y que no ha pagado un solo peso a nadie porque no se ha elaborado el reglamento para su aplicación.
Esa pieza, la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales, número 64 del 18 de agosto del 2000, dispone en sus artículos del 63 al 70 la aplicación de incentivos para promover las actividades productivas, usos del suelo, y otras actividades que contribuyan a la conservación de los recursos naturales y el medio ambiente y de los servicios ambientales que de ellos se derivan.
Día de Campo
La Confederación Cafetalera Dominicana (Concafed) y la Federación de Caficultores de la Región Sur (Federares) convocaron a un dia de campo a los medios de comunicación para exponer la situación del cultivo.
Rufino Herrera, dirigente de Federares y Concafed, detalló que la caficultura dominicana pasa por su peor crisis, pese a los altos precios internacionales de la actualidad actuales (4 mil pesos un quintal de café), debido a que los costos de producción se han elevado mucho con respecto de hace 10 años, cuando el valor internacional era de mil pesos el quintal.
Previo a esta crisis, gobiernos anteriores crearon impuestos y recargos cambiarios en 1976 y 1984, que desangraron los ingresos de los cafetaleros, beneficiando únicamente a las burocracias oficiales de la capital, afirmó Rufino Herrera. Particularmente criticó la ley de Recargo Cambiario del gobierno de Salvador Jorge Blanco.
Indicaron que actualmente el 53% de los ingresos por café se los llevan los impuestos, mientras que el 74% de los cultivadores viven en un estado de pobreza.
“Más de 20 mil caficultores han abandonado este cultivo y muchos están motoconchando en Santo Domingo y otras ciudades, como parte de una problemática que debe ser puesta urgentemente en el primer nivel de atención de las autoridades de Agricultura y Medio Ambiente” sostuvo.
Ley incumplida
Los dirigentes campesinos destacaron muy especialmente la no aplicación de la Ley 64-00 del 2000, que estableció que se pagarían servicios ambientales a quienes cultiven productos que fomenten la reforestación, en especial de las montanas.
“El café se cultiva en la montaña por exigencia del producto y necesita sombra por lo cual es el primer reforestador del país. Los campesinos decimos que si no hay café en la loma, no hay agua en la llanura”
Detalló que nadie se ha ocupado de hacer el reglamento para que se pague a los caficultores el servicio ambiental que ofrecen, tal y como ocurre en países como Costa Rica, donde cada caficultor recibe 40 dólares por tarea por año.
“Con el cumplimiento de esa legislación, se ayudaría mucho en la recuperación del sector” dijo Manuel de Jesús Andujar, secretario general de Federares.
Los dirigentes cafetaleros anunciaron que se proponen hacer llegar su voz ante las autoridades para evitar la desaparición del cultivo. Destacaron la falta de servicios sociales en las zonas de montaña. “Queremos tomarnos un cafecito con el presidente Leonel Fernández”, sostuvo Rufino Herrera.
70 mil caficutores
Tenía el país hace 15 años, de los que 20 abandonaron la actividad para dedicarse a otras áreas más productivas, incluendo el motoconcho.
En la actualidad hay 2,2 millones de tareas destinadas al cultivo de café, pero cada día el negocio es menos rentable.
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