SANTO DOMINGO.- Lograr que una idea se haga realidad es posiblemente la parte más difícil cuando hacen faltas los recursos económicos. La cantidad de micro, pequeños y medianos empresario que se quedan en la primera fase es incontable.
Esta necesidad fue en parte el motor que encendió el Programa Nacional de Incubación de Empresas (Proincube), que ejecuta el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (ProIndustria).
La iniciativa surgió en 2003 mediante un acuerdo marco de cooperación entre los gobiernos de México y República Dominicana, y un convenio específico de colaboración entre el Instituto Politécnico de México (IPN) y ProIndustria, que en aquel entonces era la Corporación de Fomento Industrial (CFI).
A casi siete años de iniciado hoy se comienzan a ver los frutos del esfuerzo. Con un centro de incubación de empresas, ubicado en la Autopista 6 de Noviembre, el monto financiado a la fecha está en RD$10.8 millones, logrando beneficiar a 16 empresas.
Las ideas o proyectos beneficiarios de estos recursos son: Shamballa, Mayistry, Lasertec Exportaciones, Artesanía El Santuario, Revulú, Geonatura, Ambar del Monte, Promostuff, Gestión Tecnológica Global, Nikay, Biogasoil Lucky, Al Cuero, Combustible Renovable, Zahira, Villa Panty y Cristian Confecciones.
Para acceder al programa sólo se requiere tener un espíritu empresarial, y estar en capacidad de asumir los retos y las responsabilidades que implica iniciar su propio negocio. Eso es lo que han hecho los responsables de estas iniciativas en ejecución
ProIndustria, mediante el proyecto, ofrece a jóvenes emprendedores, y a personas interesadas en iniciar su propia empresa, los servicios de asistencia técnica y consultoría necesarios para asegurar el éxito de su iniciativa empresarial, y de esa manera cumplir con el rol que le ha sido encomendado y con las expectativas de la sociedad en su conjunto.
“Uno de los roles principales del Estado dominicano es contribuir, a través de las políticas públicas, al establecimiento de un clima de negocios propicio para la inversión y para la expansión productiva de las empresas. Es por ello, que las autoridades gubernamentales han asumido el tema de la incubación de empresas como una prioridad para el país, lo que, unido al desarrollo de los parques y distritos industriales, se convierten en tres piezas fundamentales para la desarrollo de los sectores productivos de la nación y muy especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas dominicanas”, indica un documento de Proindustria.
De acuerdo con Proindustria, una justificación importante para la creación de incubadoras de empresas en el país es que se ha demostrado que aquellas personas que reciben entrenamiento y son capacitadas en procesos de administración de negocios, tienen mayores posibilidades de sobrevivir en un entorno empresarial competitivo, que aquellas que de manera aislada emprenden iniciativas empresariales.
Los supuestos básicos de las incubadoras de empresas están sustentados en el apoyo a la formación de emprendedores exitosos que lideren y administren actividades productivas autosostenibles, y negocios con proyecciones de rentabilidad más allá del proceso incubador.
INSTRUMENTOS:
Las incubadoras de empresas han sido concebidas como instrumentos y mecanismos mediante los cuales una nueva empresa o emprendimiento puede ubicarse y acceder a una serie de ventajas en forma de recursos y otras herramientas, que son imprescindibles para sobrevivir, crecer y expandirse en un mercado específico.
Las incubadoras representan espacios de negocio en donde se estimula y promueve la innovación y la creatividad, ofreciendo un lugar en el cual grupos de emprendedores inician una especie de carrera empresarial, estableciendo un período determinado para su gestación, en donde se les ofrece una base de apoyo para la solución de los problemas y limitaciones que normalmente enfrentan en sus inicios.
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