El presidente de la Confederación Cafetalera Dominicana, Rufino Herrera, dijo ayer que la producción de café atraviesa por su peor crisis y se encamina hacia su desaparición por falta de inversión y apoyo estatal. Explicó que la situación afectaría a más de 50 mil familias que se dedican a esta actividad.
Los Cacaos, San Cristóbal. El presidente de la Confederación Cafetalera Dominicana (Concafed), Rufino Herrera, alertó ayer que la producción de café atraviesa por su peor crisis y se encamina hacia su desaparición por falta de inversión y apoyo estatal.
Explicó que la situación afectaría a más de 50 mil familias que se dedican a esta actividad, lo que podría provocar, a su vez, una mayor migración del campo a la ciudad, elevando los niveles de pobreza de la población dominicana.
También se quejó Herrera del incumplimiento de la Ley 64-00, sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, específicamente, de los artículos del 63 al 70, en lo relativo al pago de los servicios ambientales.
En ese sentido, la Concafed, que agrupa cerca de 20,000 caficultores en todo el país, reclamó la elaboración de un reglamento que permita la aplicación de los incentivos ambientales.
Dijo que esto favorecería al menos, la inversión en obras vitales para el desarrollo de esa zona, como caminos vecinales, escuelas, centros de salud, electrificación y acueductos.
“El 82% de las familias cafetaleras viven en la extrema pobreza”, enfatizó Herrera.
El productor agrícola hizo sus planteamiento al encabezar un encuentro con periodistas de diferentes medios de comunicación.
Puntualizó que el poco acceso que tienen los productores al financiamiento y a la tecnología inciden en la baja productividad de las plantaciones de café.
En el encuentro participaron además representantes de las organizaciones que integran Concafed, tales como la Federación de Caficultores de la Región Sur (Fedecares), la Unión de Caficultores de la Región Norte (Unacafen) y la Federación de Caficultores y Productores para el Desarrollo de San Juan (Fecadesj).
La caficultura cubre una superficie estimada de unos 2.2 millones de tareas, contribuye a la protección de las zonas de captación de las principales cuencas hidrográficas, a la conservación de la biodiversidad, de los suelos, infiltración, disponibilidad y calidad del agua y a la conservación del paisaje.
Quiebra
De 70 mil caficultores que había hace un tiempo en la República Dominicana, hoy apenas existen 50 mil. Los otros quebraron o desmontaron los bosques cafetaleros para sembrar productos de ciclo corto.
Los Cacaos, San Cristóbal. El presidente de la Confederación Cafetalera Dominicana (Concafed), Rufino Herrera, alertó ayer que la producción de café atraviesa por su peor crisis y se encamina hacia su desaparición por falta de inversión y apoyo estatal.
Explicó que la situación afectaría a más de 50 mil familias que se dedican a esta actividad, lo que podría provocar, a su vez, una mayor migración del campo a la ciudad, elevando los niveles de pobreza de la población dominicana.
También se quejó Herrera del incumplimiento de la Ley 64-00, sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, específicamente, de los artículos del 63 al 70, en lo relativo al pago de los servicios ambientales.
En ese sentido, la Concafed, que agrupa cerca de 20,000 caficultores en todo el país, reclamó la elaboración de un reglamento que permita la aplicación de los incentivos ambientales.
Dijo que esto favorecería al menos, la inversión en obras vitales para el desarrollo de esa zona, como caminos vecinales, escuelas, centros de salud, electrificación y acueductos.
“El 82% de las familias cafetaleras viven en la extrema pobreza”, enfatizó Herrera.
El productor agrícola hizo sus planteamiento al encabezar un encuentro con periodistas de diferentes medios de comunicación.
Puntualizó que el poco acceso que tienen los productores al financiamiento y a la tecnología inciden en la baja productividad de las plantaciones de café.
En el encuentro participaron además representantes de las organizaciones que integran Concafed, tales como la Federación de Caficultores de la Región Sur (Fedecares), la Unión de Caficultores de la Región Norte (Unacafen) y la Federación de Caficultores y Productores para el Desarrollo de San Juan (Fecadesj).
La caficultura cubre una superficie estimada de unos 2.2 millones de tareas, contribuye a la protección de las zonas de captación de las principales cuencas hidrográficas, a la conservación de la biodiversidad, de los suelos, infiltración, disponibilidad y calidad del agua y a la conservación del paisaje.
Quiebra
De 70 mil caficultores que había hace un tiempo en la República Dominicana, hoy apenas existen 50 mil. Los otros quebraron o desmontaron los bosques cafetaleros para sembrar productos de ciclo corto.
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