Skeeter Bethea
Skeeter Bethea comparte con lectores sus experiencias en la implementación de estrategias orgánicas y convencionales a fin de optimizar su producción, e incrementar la calidad y rendimiento de sus frutos. “Hemos desarrollado este programa a través de años de experiencia…con alta atención al detalle y precisión,” menciona.
Años de experiencia manejando campos productivos de tomate, pepino, cucurbitáceas, hortalizas de hoja, entre otros cultivos han equipado a Bethea con la experiencia e información necesaria para implementar estrategias de producción que han probado exitosamente combinar técnicas orgánicas y convencionales. El éxito obtenido por Bethea a través de los años, se ve reflejado en la confianza que los propietarios de Weirs-Turner Farms han depositado en el — permitiéndole control total de casi 300 hectáreas de producción el año entero.
“La primera oportunidad que tuve para trabajar como administrador de campo fue a los 26 años, produciendo judías verdes y tomate,” menciona Bethea. “Esa fue la primera vez que sembré judías en arena, lo que en aquel tiempo realmente no se hacía. Pero obtuvimos muy buenos rendimientos a una buena calidad.”
Estrategias de producción aprendidas
“El propietario de Weirs-Turner Farms vino a visitarme cuando todavía trabajaba con un amigo en otra producción. En aquel entonces trabajaba en una producción orgánica de 40 hectáreas,” menciona Bethea. “Ese terreno no había sido trabajado desde mediados de los años 50, así que tuvimos que empezar de cero. Tuvimos que nivelar, limpiar y preparar el suelo — al final de procedimiento el suelo productivo competía completamente con cualquier otra producción orgánica del área.”
Bethea observó que la calidad del fruto orgánico era mejor, con menos lastimaduras y problemas de bacterias, que en algunos sistemas convencionales. El atribuye esto a la calidad del suelo, el cual se traduce en plantas más saludables. Desde entonces Bethea incorpora en su programa de manejo estrategias orgánicas para limpiar el suelo.
Fertilización
El comienza con un programa de fertilización que es mitad orgánico, mitad convencional. “El fertilizante orgánico ayuda a desarrollar el suelo, y no se presta tanto a lixiviado como el convencional. Muchos de los suelos que cultivamos son de arena de playa, así que al mezclar estos fertilizantes orgánicos, estamos desarrollando nuestro CIC (Capacidad de Intercambio Catiónica) y creando un mejor suelo. Si analizamos una área productiva que ha sido cultivada convencionalmente desde sus comienzos productivos, dentro de tres años con nuestro programa, podrás ver la diferencia y mucho más consistencia en las propiedades del suelo.”
Reducción de lastimaduras
Bethea utiliza proteína Harpin para reducir lastimaduras en el cultivo de pimientos, resultando en un fruto más grande. “He encontrado que al utilizar esta proteína, y en ciertas etapas críticas hemos obtenido mejor resistencia a enfermedades, más flores, y mayores tamaños de fruto,” menciona.
Utilización de desechos
En el otoño Bethea planta pepinos en plástico y rastrojos del cultivo de tomate previo. La biomasa de los rastrojos de tomates provee aislamiento, permitiendo la siembra temprana de los pepinos, asegurando una entrada temprana en el mercado.
Adicionalmente los pepinos trepan los rastrojos de las plantas de tomate, el fruto cuelga sobre las estacas de tomate, produciendo frutos con buena forma, sin protuberancias.
Control de plagas
Trips, Mosca blanca y Picudo del chile, son los mayores retos para la producción de tomates, pimientos, pepinos y melones Weir-Turner.
Nuestro programa base de control de mosca blanca se basa en aceite de Neem y jabón. Utilizamos estos productos suaves lo más posible para mantener los insectos benéficos trabajando para nosotros y evitar la introducción de otras plagas.
Bethea utiliza tierra Diatomaceous como control orgánico del Picudo del chile. Para el control de lombrices, Bethea aplica rynaxpyr en las cintas de riego por goteo. “El manejo integrado de plagas es clave para nuestro programa,” menciona Bethea. “Por ejemplo, casi nunca tenemos que asperjar químicos para el control de áfidos porque mantenemos buenas poblaciones de catarinitas en el campo.”
Esfuerzos recompensados
Desde que Bethea comenzó a trabajar en las instalaciones Weirs-Turner, el área productiva se ha triplicado. La empresa cuenta con producción el año entero, dedicándose a la cosecha de cultivos de alto valor desde mediados de octubre a mediados de enero.
Cada parte de una producción necesita ser analizada de manera crítica, para obtener una producción eficiente en costos con altos rendimientos. Hemos desarrollado este programa a través de años de experiencia, continuamente mejorándolo año tras año. Hay muchas razones por las cuales administramos el programa de la manera en que lo hacemos, y todo esta hecho con alta atención al detalle y precisión.”
Metas de rendimiento
Pimientos: 4125 cajas/ha
Tomates: 4500 cajas/ha
Pepinos: 3000 cajas/ha
Por el momento Bethea está examinando la utilización de sistemas de monitoreo de clima y humedad para determinar un mejor control de riego en cada área productiva — de manera inalámbrica.
Fuente: Hortalizas
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