Los ganaderos dominicanos que tenemos más de 30 años en esta noble tarea de producir leche, jamás hemos visto una situación tan difícil como la actual y, sin duda alguna, de seguir así, en los próximos dos años estará fuera de esta actividad alrededor del 50% de los productores.
Es lamentable que la gran mayoría de los políticos se hacen de la vista gorda y no toman en cuenta que la ganadería es el renglón de la agropecuaria que mayores aportes hace al producto bruto interno de este sector. Además estas fincas están diseminadas en todo el territorio nacional, creando una gran fuente de empleo.
Los ganaderos debemos estar conscientes de que la leche es un producto político y que la gran mayoría de los gobiernos y por supuesto de los políticos no tienen en sus agendas el interés de desarrollar la lechería nacional. Esta realidad nos debe hacer reflexionar y para subsistir, estamos obligados a usar el método de manejo de nuestros padres, pero con un sistema de pastoreo rotacional e inteligente, hasta que llegue un gobierno que le dé prioridad a los intereses nacionales, antes que a los particulares.
Razones lógicas por las que los ganaderos dejan de producir leche:
1. El Gobierno, a través de los planes sociales, debería ser el mayor comprador de leche del país, pero en los últimos años ha venido ocurriendo todo lo contrario, porque estos programas han preferido utilizar fórmulas lácteas o imitación de leche en alrededor de un 90%. Se podría decir que el único de los planes sociales que usa una pequeñísima proporción de leche de vaca es el Desayuno Escolar, con el propósito de cada día usar menos, esta es la principal razón de por qué la leche dominicana cada día tiene menos mercado. Lo más lamentable y penoso es que solo el Desayuno Escolar utiliza alrededor de 330,000 litros diarios de la supuesta leche, pagada a un precio atractivo de $43, mientras que a los productores se nos paga un precio promedio de $14.50 por litro de leche buena y muy diferente en cuanto a calidad se refiere de la imitación de leche. El costo de producir un litro de leche de calidad está por encima de $18. A los ganaderos no se nos permite aumento de precio desde febrero del 2005. El mensaje que nos están enviando está clarísimo, dejen de producir leche nacional, en razón de que a nosotros lo que nos interesa es continuar importando.
2. En el año 2005, el Consejo de Conaleche se reunió y aprobó en dos ocasiones por resolución unánime, usar a partir de ese año no menos de un 50% de leche nacional en los planes sociales; sin embargo ha ocurrido todo lo contrario, porque cada día se usa más fórmulas lácteas y menor cantidad de leche en estos programas. Otro ejemplo desalentador para la población y los ganaderos, en la Navidad del año pasado se prepararon para los pobres alrededor de un millón de canastas conteniendo cada una de estas un litro de fórmulas lácteas o imitación de leche y según informaciones, no se usó ni siquiera un litro de leche nacional, algo muy grave. ¿Cómo es posible que el Gobierno estimule la cultura del engaño? Sobre todo en los planes sociales pagados con el dinero de los contribuyentes sin importarle la desaparición de los lecheros.
3. En todos los países del mundo los planes sociales se realizan con productos nacionales, con fines de desarrollar el sector agropecuario. En nuestro país ocurre todo lo contrario. Este es de los países donde, después de la firma de varios tratados de libre comercio, cada día se importa más y se exporta menos. Lamentablemente es política gubernamental. ¿Por qué se permite todavía vender fórmulas lácteas, como si fuera leche de vaca? ¿Y por qué todavía no se aplica la Ley del Etiquetado, ni el Nordom 53 de Digenor?
4. El Presidente Leonel Fernández, que estaba en campaña electoral, ofreció otorgarle un subsidio de $3.00 por litro de leche producida a los ganaderos a finales del año 2007, con el propósito de favorecer a los consumidores y así la leche de la finca no aumentara de precio, lo que constituyó un retroceso para el productor nacional y para el país, en razón de que inmediatamente pasaron las elecciones del 2008 se suspendió dicho subsidio. Ahora las autoridades del Gobierno pregonan con bombos y platillos que el Gobierno les regaló a los ganaderos de leche más de $600 millones, cuando la realidad es que esta fue una estrategia política más y en estos momentos los ganaderos estamos en peor situación económica que antes de las elecciones del 2008. ¿Por qué el Gobierno no aprueba un plan de emergencia para paliar los efectos de esta terrible sequía?
La población y los ganaderos tenemos un reto. ¡O nos empoderamos o desaparecemos!
Marcelino A. Vargas, pasado presidente de Aproleche.
Fuente: hoy
Es lamentable que la gran mayoría de los políticos se hacen de la vista gorda y no toman en cuenta que la ganadería es el renglón de la agropecuaria que mayores aportes hace al producto bruto interno de este sector. Además estas fincas están diseminadas en todo el territorio nacional, creando una gran fuente de empleo.
Los ganaderos debemos estar conscientes de que la leche es un producto político y que la gran mayoría de los gobiernos y por supuesto de los políticos no tienen en sus agendas el interés de desarrollar la lechería nacional. Esta realidad nos debe hacer reflexionar y para subsistir, estamos obligados a usar el método de manejo de nuestros padres, pero con un sistema de pastoreo rotacional e inteligente, hasta que llegue un gobierno que le dé prioridad a los intereses nacionales, antes que a los particulares.
Razones lógicas por las que los ganaderos dejan de producir leche:
1. El Gobierno, a través de los planes sociales, debería ser el mayor comprador de leche del país, pero en los últimos años ha venido ocurriendo todo lo contrario, porque estos programas han preferido utilizar fórmulas lácteas o imitación de leche en alrededor de un 90%. Se podría decir que el único de los planes sociales que usa una pequeñísima proporción de leche de vaca es el Desayuno Escolar, con el propósito de cada día usar menos, esta es la principal razón de por qué la leche dominicana cada día tiene menos mercado. Lo más lamentable y penoso es que solo el Desayuno Escolar utiliza alrededor de 330,000 litros diarios de la supuesta leche, pagada a un precio atractivo de $43, mientras que a los productores se nos paga un precio promedio de $14.50 por litro de leche buena y muy diferente en cuanto a calidad se refiere de la imitación de leche. El costo de producir un litro de leche de calidad está por encima de $18. A los ganaderos no se nos permite aumento de precio desde febrero del 2005. El mensaje que nos están enviando está clarísimo, dejen de producir leche nacional, en razón de que a nosotros lo que nos interesa es continuar importando.
2. En el año 2005, el Consejo de Conaleche se reunió y aprobó en dos ocasiones por resolución unánime, usar a partir de ese año no menos de un 50% de leche nacional en los planes sociales; sin embargo ha ocurrido todo lo contrario, porque cada día se usa más fórmulas lácteas y menor cantidad de leche en estos programas. Otro ejemplo desalentador para la población y los ganaderos, en la Navidad del año pasado se prepararon para los pobres alrededor de un millón de canastas conteniendo cada una de estas un litro de fórmulas lácteas o imitación de leche y según informaciones, no se usó ni siquiera un litro de leche nacional, algo muy grave. ¿Cómo es posible que el Gobierno estimule la cultura del engaño? Sobre todo en los planes sociales pagados con el dinero de los contribuyentes sin importarle la desaparición de los lecheros.
3. En todos los países del mundo los planes sociales se realizan con productos nacionales, con fines de desarrollar el sector agropecuario. En nuestro país ocurre todo lo contrario. Este es de los países donde, después de la firma de varios tratados de libre comercio, cada día se importa más y se exporta menos. Lamentablemente es política gubernamental. ¿Por qué se permite todavía vender fórmulas lácteas, como si fuera leche de vaca? ¿Y por qué todavía no se aplica la Ley del Etiquetado, ni el Nordom 53 de Digenor?
4. El Presidente Leonel Fernández, que estaba en campaña electoral, ofreció otorgarle un subsidio de $3.00 por litro de leche producida a los ganaderos a finales del año 2007, con el propósito de favorecer a los consumidores y así la leche de la finca no aumentara de precio, lo que constituyó un retroceso para el productor nacional y para el país, en razón de que inmediatamente pasaron las elecciones del 2008 se suspendió dicho subsidio. Ahora las autoridades del Gobierno pregonan con bombos y platillos que el Gobierno les regaló a los ganaderos de leche más de $600 millones, cuando la realidad es que esta fue una estrategia política más y en estos momentos los ganaderos estamos en peor situación económica que antes de las elecciones del 2008. ¿Por qué el Gobierno no aprueba un plan de emergencia para paliar los efectos de esta terrible sequía?
La población y los ganaderos tenemos un reto. ¡O nos empoderamos o desaparecemos!
Marcelino A. Vargas, pasado presidente de Aproleche.
Fuente: hoy
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