Internas penitenciarias se integran a labores productivas

SANTO DOMINGO.- Una activa producción agrícola y avícola, unida a la confección de trajes de vestir, así como a la venta de carteras, correas y ropas de niños tejidas a mano, son parte de las tareas diarias a que se dedican las 360 internas de los Centros de Corrección y Rehabilitación Femenino de Najayo en San Cristóbal y Rafey en Santiago.


Con la labor suplen una proporción significativa de las necesidades del recinto y, además, reciben remuneración económica por parte de la Procuraduría General de la República.

Las internas han aprendido esas labores dentro de los centros, las cuales combinan con la fabricación de velones, cuadros, y la elaboración de productos de panadería y repostería. Los artículos son comercializados dentro y fuera de los recintos.

El procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, está creando un marco jurídico para organizar todas estas actividades productivas en microempresas, para convertirlas, a su vez, en pequeños consorcios empresariales, cuyos beneficios se repartirán entre los internos que laboren y su familia, así como un porcentaje para el centro de corrección y rehabilitación para su autosostenibilidad.

Una fuente de ingresos

La idea de la Procuraduría General de la República es que las internas puedan explotar esas enseñanzas después de cumplir su condena y que les sirvan de importante fuente de generación de ingresos económicos.
Ambos centros tienen también grupos de teatro, baile y pantomima.

La coordinación del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria está a cargo de Roberto  Santana, con la colaboración de la Dirección General de Prisiones, que preside el mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez. Ese esfuerzo cuenta también con el respaldo de la sociedad, representada por el Patronado Nacional Penitenciario, que encabeza monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, y que integran además influyentes hombres y mujeres del mundo empresarial, de la comunicación y del derecho.

El diseñador Jorge Diep se convierte en parte importante en lo que se refiere a la costura dentro de los centros, pues visita dos veces a la semana al CCR Najayo-Femenino para darles instrucciones a las internas, quienes se preparan para la confección de trajes de alta calidad y fina terminación.

Igualmente, en el área de la producción agrícola, colaboran con el proyecto la Secretaría de Estado de Agricultura y el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario, que dirigen Salvador (Chío) Jiménez y Aníbal Portorreal. La Embajada de Holanda instaló la panadería del Centro de Corrección y Rehabilitación de Najayo.

Fuente: Listindiario

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